Bodegón del escritor
Lápices de colores y conté blanco.
Mi mejor amigo;
Te conocí de niña
aunque aún fueras inalcanzable,
mostrándome a
distancia
lo que en un futuro podrías darme.
Tus palabras cada noche
me hicieron soñar,
haciéndome creer
que los haría realidad.
Pronto supe apreciarte
sin que nadie me ayudara,
fuiste mi mejor amigo
cuando más lo necesitaba.
Me acompañas siempre
que necesito olvidar,
pues las palabras que mi mente escucha
jamás
las dejaré de amar.
Has estado en muchos sitios
y de formas tan distintas,
mostrándome en cada ocasión
las palabras más lindas.
Sé que estarás ahí
que me guiarás en el camino,
cuando mi alma abandone mi
cuerpo,
sea cual sea mi destino.
Serás ahora mi último
adiós,
tu que has sido toda mi
vida,
nunca habrá honor más
grande
ni nadie que olvide mi
despedida.
Tal vez si fui importante
quedaré en ti marcada,
como tantos otros antes
vidas conmemoradas.
Te amo como muchos
y como a muchos me amas,
te amo con el corazón
del que brotan mis palabras.
Me considero escritora
de algunas de tus palabras,
terminando así el texto
que describe tus hazañas.
Tal vez con solo palabras
no pueda describirte
pues los libros son así
historias increíbles.
Así que sin alargarlo mucho
más
me despido de mi amigo,
el único que seguirá aquí
y se quedara conmigo;
el libro.
Por; Elisabet Llaberia